Cambiar el sentido común, por lo tanto, nos permite soñar y construir comunidades justas, horizontales y respetuosas.
Para estas colectividades juveniles un objetivo, directo o indirecto, de la participación política es transformar el sentido común. Estas organizaciones consideran que el sentido común ha sido moldeado por los patrones culturales y económicos dominantes en nuestro entorno. Como consecuencia, nos hace creer que otras formas de vida son imposibles o difíciles de lograr.
Sin embargo, los colectivos consideran que si el sentido común está determinado por el contexto, esto quiere decir que no es único. Existen distintos sentidos comunes y cada uno de ellos representa una oportunidad de aprendizaje enorme.
A estos colectivos les interesa transformar el sentido común porque reconocen que funciona como una herramienta que nos ayuda a explicar lo que vivimos y a posicionarnos ante ello. Este ejercicio es político y transformador porque abre las puertas a desnormalizar dinámicas sociales, económicas, políticas o culturales que sostienen a los poderes hegemónicos.
Sin embargo, es importante reconocer que esta transformación es un proceso largo y complejo. Para lograrlo necesitamos cuestionar nuestras conductas y creencias más profundas y, eventualmente, desaprenderlas. El camino se hace más fácil si nos acercamos a nuevas realidades que nos enseñan otras formas de ser, vivir, pensar y relacionarnos. Estas experiencias deben ser puestas en común en espacios seguros que permitan escucharnos, cuestionar y aprender.
Ahora, elige uno.