top of page


Por eso, debemos incorporar todos los conocimientos y reconocer la forma en la que contribuyen a la transformación de nuestras comunidades. Hacerlo no solo implica una postura práctica, también es una postura ética y política.
Para hacer política es imprescindible estar en contacto con otras realidades, otras voces y otros cuerpos. Estos encuentros nos permiten aprender de las experiencias y reflexiones de otras y otros. Esto, a su vez, termina por complejizar nuestras lecturas de la sociedad y fortalecer las acciones que realizamos para transformarla. Sin embargo, debemos reconocer que, para que el diálogo sea realmente efectivo, es indispensable construir ambientes horizontales de respeto y reconocimiento mutuo.
​
​Los movimientos sociales son estructuras social e históricamente determinados y, por serlo, están sujetos a reproducir dinámicas sociales violentas o de exclusión.


bottom of page